Aumenta Turismo en Torres del Paine

Aumenta turismo en Torres del Paine y operadores potencian
campaña tras incendio

Los primeros brotes de pequeñas hojas de lengas se están viendo en la zona que fue arrasada por el incendio del Parque Nacional Torres del Paine, en la Región de Magallanes. De a poco llega la primavera, se derrite la nieve y ello ayuda a que comiencen a recuperarse lentamente parte de las 17 mil hectáreas de flora que resultaron consumidas en diciembre pasado.
Pese a lo ocurrido, los turistas no cesan de llegar a esta área protegida, la más visitada de la XII Región, con 150 mil personas al año.
“Aunque nos enteramos de lo terrible que fue el incendio, es un lugar único y por supuesto que cuando planeamos nuestras vacaciones en el Cono Sur, quisimos venir”, cuenta la brasileña Patricia Dias, quien afirma que uno de los sitios más atractivos son los cuernos del Paine, que se asoman entre las nubes.
La reserva tuvo en julio recién pasado un 9% más de visitantes que en el mismo período de 2011, lo que es considerado exitoso por el Sernatur y los empresarios, tras los daños que dejó el siniestro. “El parque sigue siendo nuestra joya, es lo más importante que tenemos. Ocho de cada 10 personas que llegan son extranjeros que quieren ver cómo está el lugar, a filmar, a sacarse fotos, porque realmente es único”, afirma Noemí Ojeda, presidenta de la Asociación de Hostales de Puerto Natales, localidad que vive en torno a este sitio.
Kiia Kuisma, visitante filandesa que llegó para conocer los ventisqueros del glaciar Grey la semana pasada, dice que el Paine “es simplemente maravilloso. Al ingresar nos señalaron las normas y pienso que se está informando de manera clara que no se puede hacer fuego en ningún lugar”.
Por ahora, quienes llegan al parque sólo pueden recorrer senderos de algunas horas y acampar, pues por el mal tiempo no pueden realizar los circuitos conocidos como “W” y la “O”, que duran entre cuatro y siete días.
Reforestación
Dos zonas del parque están siendo reforestadas tras el incendio: los sectores de Pehoé y Grey, donde el suelo presentó las mejores condiciones para poder plantar lengas y ñirres, los principales exponentes del bosque nativo afectado. El turista Karri Frankenheuser, quien señala que hace varios años quería visitar la reserva, sostiene que aunque haya sectores dañados, “es importante conocer cómo quedaron y que eso nos deje lecciones. Y es interesante ver que ya existe regeneración de la tierra en tan pocos meses”.
Entre mayo y junio pasado se incorporaron 23 mil nuevos árboles a laderas y cerros. “Ahora estamos buscando mejores condiciones climáticas para poder iniciar la plantación de entre 10 y 15 mil unidades más en esta primavera”, sostiene el director de la Corporación Nacional Forestal de Magallanes, José Fernández.
En la arborización realizada participaron grupos de jóvenes voluntarios, lo que podría repetirse en los próximos meses. A nivel general, la Conaf contabilizó que 1.700 hectáreas correspondieron a bosque nativo que resultaron quemadas (de un total de 17 mil hectáreas afectadas). Hasta ahora, las nuevas plantaciones equivalen a 10 hectáreas.
En paralelo, los operadores turísticos quieren potenciar los atractivos de Puerto Natales y de la reserva. “La idea es que este sea un destino no sólo para los extranjeros, sino que para los chilenos y en toda época del año. Existe alojamiento de diversos precios para que, por ejemplo, los estudiantes y mochileros vean esta zona como un destino”, explica la directora de Sernatur de Magallanes, Andrea Téllez. En la ciudad ya existen 100 hostales y hospedajes tipo Bed and Breakfast que tienen tours a diario a Torres del Paine.
Seguridad
El director regional de la Conaf explicó que a las medidas para mejorar la seguridad en Torres del Paine que se anunciaron el viernes pasado -regulación de horarios para el uso de senderos, aumento en el precio del ticket y la utilización de una declaración para cada turista, entre otras-, también se sumaría una adicional que podría generar críticas: que en las rutas más largas, los visitantes deban ir acompañados por guías de turismo, para evitar que se produzcan accidentes en el parque.
“Esto genera un costo extra a los turistas y eso puede llevar a que no quieran pagarlo. Desde siempre la gente ha preferido caminar sola y libre”, agrega Lidia Soto, operadora turística de Puerto Natales.
Fernández, además, dijo que esa iniciativa demoraría unos dos años en implementarse, pues “se necesitan más guías capacitados”.
Gabriel Valenzuela, visitante de La Serena, dice que es la segunda vez que viene al parque. Comenta que “la seguridad existe, pero si una persona quiere hacer daño, lo hace igual porque la fiscalización no es férrea. Mientras uno anda por un sendero, se puede prender un fósforo y nadie lo ve. El criterio de hacerlo o no, depende prácticamente del visitante”.